La segunda ciudad de Ucrania sufre el mayor ataque ruso en más de tres años de guerra
Un bombardeo contra Járkov mata al menos a cuatro personas y destruye más de 20 edificios

Segunda jornada seguida de ataque a gran escala ruso contra ciudades ucranias. Járkov, la segunda ciudad del país en población, sufrió la pasada madrugada el mayor bombardeo en lo que va de guerra. Más de medio centenar de drones bomba Shahed, cuatro bombas aéreas guiadas y un misil de crucero destruyeron en el casco urbano unos treinta edificios, la mitad, de viviendas. Fallecieron tres personas y hubo más de veinte heridos.
Járkov recibe ataques rusos a diario, pero ninguno ha sido de tal intensidad como el de la pasada noche. En tan solo tres horas hubo medio centenar de explosiones, según informó el alcalde, Ígor Terejov: ¡Esto es terrorismo abierto contra la pacífica Járkov!”. La ubicación de la ciudad, a tan solo 30 kilómetros de Rusia, la hace especialmente vulnerable porque las defensas antiaéreas no tienen suficiente tiempo para repeler los bombardeos, sobre todo los que utilizan misiles de alta velocidad. A primera hora de la tarde todavía se intentaba localizar a seis bomberos del Servicio de Emergencias de Ucrania que habían quedado sepultados bajo los escombros de una nave industrial.
Hay una cifra clave para entender la envergadura del ataque: en tan solo tres horas, Rusia disparó contra Járkov casi el mismo número de drones bomba que en todo el mes de mayo.






Las fuerzas aéreas rusas han vuelto a golpear Járkov en la tarde del sábado. Tres bombas guiadas impactaron en instalaciones ferroviarias de la ciudad. Falleció una empleada del servicio estatal de ferrocarriles y 18 personas más resultaron heridas.
Este ataque fue precedido por el mayor bombardeo en todo el país llevado a cabo por Rusia en los más de tres años de guerra. En la noche del jueves al viernes, más de 450 drones y misiles fueron disparados contra nueve provincias ucranias. El principal objetivo fue Kiev. En total hubo 5 fallecidos y medio centenar de heridos. El hecho de que las Fuerzas Aéreas Ucranias interceptaran la gran mayoría de los drones y misiles permitió reducir el número de víctimas.
El ejército ucranio estaba preparado para ataques de esta envergadura. Como explicó el 1 de junio a este diario un portavoz del Alto mando operativo para el sur de Ucrania, el Estado Mayor daba por hecho que el Kremlin llevaría a cabo operaciones de castigo contra todo el país. Los Servicios de Seguridad de Ucrania (SSU) llevaron a cabo aquel 1 de junio una de las operaciones más insólitas de la guerra, bautizada como Tela de Araña. Introdujeron en Rusia camiones que transportaban secretamente 117 drones bomba. Con estos golpearon cuatro bases aéreas rusas, dañando o destruyendo 40 aviones bombarderos estratégicos rusos.
El bombardeo de la madrugada del jueves al viernes fue un castigo por esa operación, como itió Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin. Peskov, como su presidente, Vladímir Putin, tildaron el ataque a las bases aéreas militares como “acciones terroristas”. Moscú también incluyó en las razones para su represalia el sabotaje ucranio del 3 de junio contra el puente de Kerch, infraestructura estratégica que conecta Rusia con Crimea, la península anexionada por las armas en 2014.
Una de las noticias destacadas este sábado por los medios ucranios han sido las declaraciones del viernes del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, justificando el bombardeo ruso: “Dieron a Putin una razón para bombardearlos a muerte esta noche. Esto es lo que no me gustó de aquello [de la operación Tela de araña], cuando lo vi, dije que ahora veríamos un ataque [ruso].
Al margen de acciones de represalia, hay una tendencia este 2025 por parte de Rusia de incrementar los bombardeos de largo alcance con centenares de drones shahed. Así lo ha asegurado este sábado en la televisión pública el portavoz de las Fuerzas Aéreas, Yuri Ignat: “Tenemos que prepararnos para un incremento [en los ataques], es la evolución que hemos detectado”.
Según la inteligencia militar ucrania, Rusia ha multiplicado su capacidad de producción de Shaheds: en 2025 están fabricando en tres días las unidades que producían en un mes en 2024. En lo que va de año ya se han confirmado los ocho mayores bombardeos de largo alcance con estos drones bomba, que han ido aumentando en número hasta el récord del viernes, con más de 400 unidades disparadas contra Ucrania.

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