Marc Márquez pone tierra de por medio en el GP de Aragón

Motorland es uno de los circuitos favoritos de Marc Márquez, y la hoja estadística del fin de semana en el GP de Aragón lo deja bien claro. El líder del Mundial ha liderado todas las sesiones disputadas rumbo a la carrera larga de este domingo (14.00 horas, DAZN, La Sexta), donde el ocho veces campeón ya sabe que emergerá al mando de la tabla pase lo que pase tras firmar su séptima victoria del año en la sprint y su quinta pole position, récord del trazado incluido (1:45.704).

Tanto por la cercanía con su Cervera natal como por ser escenario de varias de sus gestas extraordinarias, desde su regreso a la competición en 2022 tras la cuarta y definitiva operación en el brazo derecho hasta la victoria que el curso pasado liquidó la peor sequía ganadora de su vida —más de 1.000 días—, el circuito de Alcañiz es como una segunda casa para el piloto de 32 años. Y además se rueda en sentido antihorario, con esas curvas de izquierdas de ensueño que él traza y los demás son incapaces de replicar por mucho que lo intenten. Prácticamente imbatible aquí, incluso cuando ni la moto ni el físico acompañaban (siete victorias en 13 participaciones), Márquez cumplió tanto el viernes como el sábado con todos los pronósticos.

Solo se le atragantó la salida de la prueba corta tras patinar la rueda trasera y luego tener un toque con Pedro Acosta, cayendo a la tercera plaza en la primera curva. El desliz lo aprovechó Álex Márquez para buscar el motín en los primeros compases de la carrera, pero fue apenas un espejismo. En la quinta vuelta, Marc cazó a su hermano pequeño y en la primera curva de la sexta se tiró desde muy lejos y no encontró resistencia alguna. El segundo clasificado del campeonato y la jornada, también el mejor del resto en la parrilla, sabía que si el líder estaba cerca no había más historia.

La Desmosedici oficial de Marc estuvo acompañada por las monturas satélite de Gresini, su familia de acogida en su apuesta al todo o nada por Ducati el año pasado. Álex fue el mejor de los mortales y se queda a 27 puntos del líder, mientras el novato Fermín Aldeguer volvió a dar la talla con la tercera plaza tras mantener una bonita pelea con su vecino murciano Acosta y meterle la moto con atrevimiento a todo un veterano como Franco Morbidelli.

En otra galaxia, a pesar de contar con la misma moto del líder, se encuentra el italiano Pecco Bagnaia. Cuarto en parrilla, el turinés cayó hasta la duodécima plaza de manera inexplicable en un trazado que le gusta y donde ganó su primera carrera en MotoGP en 2021. Todos sus compañeros de marca le superaron y el tricampeón se encuentra ya a 84 puntos de su compañero de garaje, todo un mundo superado ya el tercio de campeonato.

Alerta siempre tras los ceros en Austin y Jerez, dos territorios también fértiles, Márquez supo mantener la calma y aplicar la estrategia correcta a pesar de verse lejos de su hermano. Le dejó hacer a sabiendas de que el neumático blando se le atragantaba en las primeras vueltas y luego impuso su mejor ritmo en el segundo tramo de la prueba. “Mi plan era ir a por todas desde el inicio, pero Álex empujó mucho en las primeras vueltas. Supe mantener la calma, era mi punto débil, y hemos sabido gestionar muy bien la carrera”, celebró el 93.

“He intentado escaparme, pero cuando he visto que Marc estaba pegado a mí, ya sabía que me iba a adelantar. Intentaremos acercarnos, pero aquí será difícil”, analizaba el pequeño de los Márquez Alentá. En primera línea, una vez más, los hermanos volvieron a encabezar el sábado al cierre de la jornada, el octavo doblete de ocho posibles para la saga familiar de campeones. Julià y Roser, una vez más, eran los más felices del paddock ante una situación tan anómala como normalizada a estas alturas.