Roban en el cajero del barrio y son perseguidos por media Europa
La policía nacional cuenta con un grupo especializado en las redes de ladrones de casas, relojes y dinero en sus campañas nómadas. “Ellos se sorprenden al ver una investigación internacional”


Se despertaban sobre las ocho o las nueve y en unos minutos estaban listas para empezar su jornada laboral. Zonas con turistas, cerca de estaciones, siempre en busca del bullicio. Y a robar. Porque ese era su trabajo. Las mujeres componían un clan de carteristas con vínculos familiares entre ellas, que han aprendido, como un oficio, el poco noble arte de la sustracción. Mientras ellas estaban en acción, los masculinos de la organización, sus abuelos y padres, esperaban en casa a contabilizar el botín de la jornada. Estaban asentadas en Madrid, pero iban haciendo giras criminales por España, especialmente en Andalucía. Estaban a punto de abandonar el país rumbo a los Juegos Olímpicos de París y no a disfrutar del deporte. Pero no llegaron a volar a Francia. Antes, todo el grupo fue detenido por la policía. Pero, esta vez, no fue como las anteriores.
“Ellos están acostumbrados a que se les detenga en cada ciudad por los hechos puntuales de ese sitio. Pero se quedan muy sorprendidos cuando ven que hay una investigación a nivel internacional. A lo que no están acostumbrados es a que se les persiga por toda Europa”, resume Álvaro Álvarez, inspector jefe de la sección de delincuencia itinerante de la Udev Central. Esta sección se creó hace tres años precisamente con ese objetivo. No tanto el de sorprender a los delincuentes, sino que las investigaciones fueran capaces de trazar todo el recorrido criminal de estas bandas (no solo el robo de una cartera) y conseguir penas que se correspondan con la naturaleza de su actividad.
La operación bautizada como Tavan fue coordinada por la Fiscalía Especial contra la Corrupción y la Criminalidad Organizada y por el Juzgado Central de Instrucción nº 6 de la Audiencia Nacional. “Al invertir más tiempo y recursos conseguimos demostrar que hay una estabilidad en el tiempo y distribución de papeles, por tanto, una organización criminal”, detalla Álvarez.
No solo eso, sino que las pesquisas llegaron hasta la red de blanqueo que había montado esta banda. No estaba conformada por una elaborada ingeniería fiscal, pero tenía su complejidad. Los varones de la organización se dedicaban a hacer multitud de pequeñas transferencias a cuentas en el extranjero, para sacar el dinero de España. Lo que se conoce como pitufeo.

La técnica policial se sofistica porque las propias redes itinerantes también lo han hecho. “El típico atraco a punta de pistola es cosa del pasado, ¿para qué usar violencia o intimidación si puedes conseguir la misma cantidad sin ir a las bravas? Ahora trabajan de forma especializada y con una habilidad tremenda”, apunta el inspector jefe.
Esta habilidad es la que los agentes observan en las cámaras de vigilancia o notan en la narración de las denuncias. Una banda a la que detuvieron en Madrid y Murcia en abril tenía sus tareas perfectamente definidas. Se dividían en parejas de hombre y mujeres. A veces hacían cientos de kilómetros en un día para barrer una determinada zona y regresar a Madrid, que suele ser la base de todos estos grupos, con lo máximo posible. Él era el chófer y ella la que ejecutaba el robo mediante diferentes técnicas. Estaba la del abrazo cariñoso, en la que se aproximan físicamente hacia su víctima con cualquier pretexto y roban al descuido. La del carpeteo consistía en que se acercan a la gente fingiendo que son de una asociación y en el momento de la charla, se llevan lo que pueden. En este caso aparentaban ser sordomudas y frecuentaban la zona del parque del Retiro.
En esa operación, llamada Draco, se produjeron 21 detenciones y hubo 16 registros en España y Rumanía, precisamente para intervenir en los bienes que habían adquirido en su país natal con su gira de robos europeos. Se bloquearon 56 cuentas bancarias, siete bienes inmuebles y cinco vehículos de alta gama en Rumanía. Mientras en España y otros países se quedan en casas okupadas o de bajo alquiler, los lujos los dejan para su lugar de origen. A veces, los objetos robados salían ese mismo día de España mediante envíos de paquetería.
Otras organizaciones prefieren otros mecanismos de hurto. Está el de la siembra, que consiste en tirar algo al suelo que parezca dinero o un documento y señalárselo a la víctima como si se le hubiera caído. Además del pinchazo, que consiste en agujerear una rueda y cuando el conductor sale a comprobar el daño, otro se lleva el bolso del asiento del copiloto. “Van a por personas vulnerables. Sobre todo gente mayor en un momento crítico como es el de ir a sacar dinero al cajero cuando acaban de cobrar la pensión. Pero también turistas, a veces hay una mujer dentro de una discoteca marcando a los compinches de fuera a por quién tienen que ir”, señala Álvarez.
Las bandas itinerantes no tienen un país de preferencia, van haciendo rutas y cuando consideran que han “quemado” un territorio, el jefe da la orden de levantar. “No hay un cabecilla que está en casa acariciando un perro, son estructuras principalmente familiares y cuando el hombre decide que es el momento se irse, se marchan”, resalta Álvarez. El tiempo máximo que permanecen en una misma ubicación suele ser de tres meses, lo que hace que los investigadores que van detrás de ellos tengan que estar activos “24 horas, siete días a la semana”, antes de que se marchen. Los mayores de las organizaciones van enseñando “el oficio” a los más jóvenes, hasta el punto de que los policías han llegado ver cómo usan menores de edad para cometer los robos.
No son solo hurtos el objetivo de esta sección especializada. También van detrás de los ladrones en casas o de los relojeros, los que van a por el nuevo objeto de deseo ubicado en las muñecas de sus víctimas para después revender las piezas en un mercado negro cada vez más ardiente por comprar un Patek Philippe a mitad de precio. El objeto no importa, la modalidad tampoco, lo que marca la diferencia es el rastro que dejan al moverse por el mapa europeo.
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